La huella invisible: cuando una ciudad se olvida de escuchar su propia historia

Cada ciudad tiene enclaves que dejan huellas. Lugares que, a veces, laten con fuerza y, otras, guardan un silencio denso. En Armenia, ese corazón estuvo durante mucho tiempo en la Antigua Estación del Ferrocarril: un conjunto de estructuras que aún conservan en sus muros la memoria de una época en la que el tren no era una postal nostálgica, sino un pulso vivo que organizaba la vida económica, social y cultural de toda la región.

Fachada principal de la Antigua Estación del Ferrocarril de Armenia (foto: Laura Sepúlveda, El Tiempo, 2025).

Construida en 1927, la estación fue un nodo estratégico del corredor ferroviario que conectaba el centro del país con el Pacífico. El tren transportaba café, mercancías, pasajeros y también historias. Fue, durante décadas, una de las pocas formas de llegar y salir de esta ciudad.

Hoy, el tren ya no pasa. El trazado férreo que cruzaba la ciudad de sur a norte está desdibujado: en algunos tramos es apenas una franja de pasto, en otros fue ocupada por construcciones informales, y en muy pocos aún se reconoce como vestigio de una infraestructura que alguna vez vertebró el territorio. No es solo una pérdida funcional: es también una pérdida simbólica.

No existe, en las fuentes consultadas, una fecha exacta y contrastada para la llegada o salida del “último tren” a la estación de Armenia. El fin del servicio ferroviario en Colombia no ocurrió de un día para otro: fue un proceso gradual que se extendió entre mediados y finales del siglo XX. En el ámbito regional, la suspensión de las obras del proyecto Armenia–Ibagué hacia 1950 y el levantamiento de rieles en el tramo Pereira–Manizales en 1959 figuran entre los hitos que precipitaron la desconexión ferroviaria del Eje Cafetero. Estos acontecimientos han sido ampliamente documentados por investigadores e historiadores del patrimonio ferroviario de la región.
Aún guardo algunos recuerdos difusos de actividad en la estación —no de pasajeros, sino de otro tipo de movimientos— probablemente a finales de la década de los ochenta.

📍 La huella que permanece

Vista aérea del complejo de la estación y antiguos patios (Crónica del Quindío, 2025.

Recorrer ese trazado —aunque sea con ayuda de Google Earth o imágenes aéreas— es como leer un texto medio borrado. Las sendas siguen ahí, aunque nadie las pronuncie. Como diría Kevin Lynch (La imagen de la ciudad, 1960), los caminos, nodos y bordes no son solo líneas en un plano: son estructuras cognitivas y emocionales que configuran cómo habitamos una ciudad.

La antigua vía férrea es, en ese sentido, una especie de columna vertebral fantasma de Armenia. Hacia el norte, algunos tramos sobreviven como trazados viales, pero como huellas férreas no son reconocibles. Hacia el sur, fueron desdibujadas por la urbanización espontánea. Es difícil no pensar en lo que habría significado conservar esta servidumbre como corredor de movilidad sostenible —un tranvía eléctrico, una ciclovía, un eje verde— que conectara el sur con el centro y el norte, y por que no, más allá, un tren de cercanías. La degradación progresiva del trazado férreo —particularmente en su tramo sur— no solo implica pérdida patrimonial, sino que alimenta percepciones de abandono y desorden urbano.

Fotografía histórica de la Antigua Estación del Ferrocarril de Armenia, ca. década de 1940. Imagen ampliamente difundida en redes sociales y repositorios no oficiales; autor original no identificado. Versión digital intervenida (colorización). Fuente de la copia: grupo público de Facebook (2025).

Esta degradación, como plantean Wilson y Kelling (1982) en la teoría de las ventanas rotas, donde los signos visibles de deterioro generan una sensación colectiva de desinterés, a menudo propicia dinámicas sociales más complejas. Así, la pérdida de cuidado físico se traduce directamente en una pérdida de significado urbano. Por ello, la necesidad de recuperar y resignificar estos espacios trasciende lo meramente estético, turístico o cultural: requiere integrarse a una estrategia de cohesión social y regeneración urbana y territorial.

Pero ¿qué significa hoy la Estación para quienes pasan frente a ella todos los días? ¿Patrimonio, ruina, lugar de paso, futuro?

🧠 Leer la ciudad como texto: el relato del ferrocarril perdido

La ciudad, como lo propuso Clifford Geertz, puede leerse como un texto complejo y multifacético. Cada fragmento urbano, cada calle, cada edificio y, en nuestro caso, cada vestigio de una infraestructura “olvidada”, cuenta una historia si sabemos descifrarla. Henri Lefebvre nos recordaba que el espacio urbano no es un ente natural, sino un producto social, resultado de decisiones colectivas, políticas y económicas que se materializan en el tejido de la ciudad. Jane Jacobs, por su parte, destacaba la vitalidad que surge cuando la ciudad permite encuentros espontáneos en el espacio público, tejiendo lazos comunitarios. Y Armando Silva insistía en que, más allá del cemento, el futuro urbano se construye con relatos, con la capacidad de imaginar y narrar lo que la ciudad puede llegar a ser.

En este sentido, el trazado ferroviario perdido de Armenia es, precisamente, un relato fundamental. No es solo una cicatriz en el paisaje, sino un hilo invisible que podría volver a coser fragmentos dispersos de la ciudad, uniendo su pasado con un futuro posible. Es una narrativa de progreso y declive, de conexión y desconexión, que hoy nos invita a reinterpretar el espacio y a escuchar las historias que susurran sus antiguas vías.

🏛 Una estación que resiste

Interior del MAQUI en la bodega de la estación durante una exposición (MAQUI / El Quindiano.com, 2024)

La Antigua Estación no se ha caído. Sigue ahí, en pie, a pesar de las circunstancias. Y no lo ha hecho sola: ha sido sostenida por capas sucesivas de acción cultural y ciudadana que, con gestos visibles o silenciosos, han evitado que se convierta simplemente en una ruina. Para algunos, su deterioro es un recordatorio incómodo; para otros, un escenario distópico. Pero para muchos más, sigue siendo una posibilidad abierta.

En uno de sus galpones funciona el Museo de Arte de Armenia y el Quindío (MAQUI), un espacio que —a pesar de las dificultades logísticas— ha mantenido viva una programación artística que conecta a la comunidad con el arte contemporáneo.

Un ejemplo significativo, como muchos otros, es la inauguración de una nueva exposición, que profundiza en la reflexión sobre la incidencia del Paisaje Cultural Cafetero (PCCC) en el arte y la creación. Este evento, que se lleva a cabo en la sala de exhibiciones del Museo, se enmarca en la premisa de que en los museos “no es peligroso pensar”. Las obras, perfiles y discusiones presentadas invitan a mirar el PCCC no solo como patrimonio, sino como un campo de pensamiento, crítica y reinvención que dialoga constantemente con la memoria, la identidad y la contemporaneidad. Estos actos de resistencia cultural son formas de mantener viva la memoria a través de la creación.

Se me ocurre, por ejemplo, que en el Museo de Arte de Armenia y el Quindío (MAQUI) podría organizarse una exposición sobre intervenciones artísticas y/o urbanas realizadas en antiguos trazados férreos de ciudades de Colombia o Hispanoamérica. Este tipo de muestras, al visibilizar el valor histórico de estos corredores y proyectar nuevos usos y transformaciones, contribuirían a fortalecer el vínculo entre pasado y futuro sin requerir grandes inversiones en infraestructura.

La Corporación de Cultura y Turismo de Armenia ha acompañado varios de estos momentos: desde la organización de actividades culturales y la dinamización de la biblioteca pública, hasta la recuperación del histórico reloj de la estación en 2024. Son gestos modestos y, al mismo tiempo, valientes, que le devuelven a este lugar una parte de su dignidad simbólica.

Estos actos, más que eventos aislados, son signos de un pulso que no se ha extinguido del todo.

🌿 ¿Una posibilidad abierta?

Mapa Armenia

Huella del trazado férreo sur (amarillo) y norte (Azul) – Fuente: Elaboración propia sobre mapa google earth

Imaginemos por un momento que esa traza férrea no hubiese sido fragmentada. En lugar de convertirse en un “no lugar”, la estación podría haber permanecido como el corazón de una red viva. Pensemos en un corredor verde que atraviesa la ciudad, conectando barrios populares con el centro, donde la gente pueda caminar, pedalear o tomar un tranvía eléctrico. Visualicemos la estación no solo como una reliquia patrimonial, sino como un nodo intermodal y cultural: un punto de encuentro entre pasado y futuro, entre el norte y el sur, entre un polo deportivo y uno dedicado a la investigación y el conocimiento.

Autores como Tom Angotti y Efraín Hernández Buelvas aportan aquí una capa fundamental: la justicia espacial. Recuperar este corredor no sería únicamente un proyecto de transporte; significaría también reequilibrar oportunidades urbanas para sectores históricamente segregados de Armenia.

Podría sonar a utopía, pero ciudades intermedias de América Latina como Gualeguaychú en Argentina, Cisneros en Antioquia (Col.) , Corredor Férreo Sostenible Facatativá – La Mesa (Cundinamarca), —con poblaciones similares o inferiores a Armenia— han demostrado que recuperar antiguos corredores ferroviarios no es un privilegio exclusivo de las grandes capitales. Con intervenciones progresivas y de bajo costo, basadas en senderos verdes, ciclovías y equipamientos culturales, estos espacios se han convertido en verdaderos motores de regeneración urbana y de construcción de memoria colectiva.

En Armenia, la huella férrea aún persiste, aunque cada día se vuelve más tenue y fragmentada. Solo está esperando ser escuchada —y resignificada— antes de desvanecerse definitivamente.

📖 1. Referencias teóricas y conceptuales

Geertz, C. (1973). The interpretation of cultures. Basic Books.

Jacobs, J. (1961). The death and life of great American cities. Random House.

Lefebvre, H. (1991). The production of space. Blackwell.

Lynch, K. (1960). The image of the city. MIT Press.

Silva, A. (2006). Imaginarios urbanos. Arango Editores.

Wilson, J. Q., & Kelling, G. L. (1982). Broken windows: The police and neighborhood safety. The Atlantic Monthly, 249(3), 29–38. https://www.theatlantic.com/magazine/archive/1982/03/broken-windows/304465/

Sampson, R. J., & Raudenbush, S. W. (1999). Systematic social observation of public spaces: A new look at disorder in urban neighborhoods. American Journal of Sociology, 105(3), 603–651. https://doi.org/10.1086/210356

🏛 2. Patrimonio y ferrocarril en Armenia

Banco de la República. (s. f.). Ferrocarril Armenia–Ibagué (1914–1949). Recuperado el 19 de octubre de 2025 de https://www.banrepcultural.org

Valencia Barrera, G. A., Rojas Arias, M. Á., & Beltrán Franco, M. E. (2016). Armenia enclave exportador de café 1927-1959. Ministerio de Cultura de Colombia.

Autopistas del Café. (s. f.). Y se levantaron los rieles. En Historia de las vías del Eje Cafetero (Cap. 11). Recuperado el 19 de octubre de 2025 de https://www.autopistasdelcafe.com

Wikipedia. (s. f.). Estación del Ferrocarril de Armenia. En Wikipedia, La enciclopedia libre. Recuperado el 19 de octubre de 2025 de https://es.wikipedia.org/wiki/Estación_del_Ferrocarril_de_Armenia

📰 3. Prensa y fuentes institucionales locales

Alcaldía de Armenia. (2024, 18 de julio). Administración municipal realizó restauración y recuperación del reloj de la Antigua Estación del Ferrocarril. https://www.armenia.gov.co/

Crónica del Quindío. (2023, 5 de septiembre). Abandono en la antigua vía férrea al sur de Armenia preocupa a la comunidad. https://www.cronicadelquindio.com

El Quindiano. (2020, 15 de julio). El arte de convivir con el arte en el MAQUI. https://www.elquindiano.com

🌎 4. Casos de regeneración ferroviaria en ciudades intermedias

CAF – Banco de Desarrollo de América Latina. (2019). Ciudades intermedias con futuro: Mejorando la sostenibilidad del transporte de pasajeros en América Latina. CAF. https://scioteca.caf.com/handle/123456789/1432

Pinto, C. C. (Coord.). (2007). Sistemas de transporte urbano en ciudades pequeñas y medianas: Resumen de ponencias. Consorcio Regional de Transportes de Madrid.

Municipalidad de Gualeguaychú. (2022, 19 de julio). Recorrido histórico por el Parque de la Estación. Gobierno de Gualeguaychú. https://gualeguaychu.gov.ar/noticia/18410-recorrido-historico-por-el-parque-de-la-estacion

✍️ Este artículo hace parte del proyecto “Cartografías del sentido en Armenia: voces y relatos de un territorio”, desarrollado en el marco del Programa de Estímulos 2025 de Corporación de Cultura y Turismo de Armenia, con el propósito de fortalecer la memoria urbana y patrimonial de la ciudad.

 

2 respuestas a «La huella invisible: cuando una ciudad se olvida de escuchar su propia historia»

  1. Muy buen artículo,muy bien documentado.
    Es una muy buena base para reflexiones nuevas que ojalá conduzcan, algún día a soluciones concretas.
    Felicitaciones

Responder a Carlos Garzón Espinel Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Widgets powered by AB-WebLog.com.

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial