Imagen fuente Fundación MAPFRE
El camino hacia la escuela debe ser seguro para los estudiantes y las personas en general. Desafortunadamente, la triste noticia del fallecimiento de la señora María nos hace reflexionar sobre la importancia de contar con vías seguras en nuestras ciudades (ver noticia). La precariedad y estrechez de los andenes en las calles son factores que contribuyen a situaciones trágicas como esta. Un caso similar se presenta en el puente de la Avenida Los Camellos, entre Bomberos y el ICBF, donde los estudiantes se ven obligados a bajarse a la vía cuando se encuentran con un flujo peatonal en sentido contrario, exponiéndose a posibles accidentes.
Es fundamental recordar que las vías no son solo para los automóviles, sino que también deben considerar a los peatones y ciclistas como parte esencial del sistema de movilidad urbana. Por lo tanto, es crucial que exista responsabilidad en el diseño vial y la planificación de la ciudad para garantizar una mayor seguridad y bienestar para todos los ciudadanos durante sus desplazamientos.
El Banco Interamericano de Desarrollo, en su publicación «Herramienta para la implementación de Caminos Seguros a la Escuela en la región de América Latina y el Caribe», destaca que «los niños, sus familias y la comunidad tienen derecho a trasladarse de manera segura a la escuela». Mejorar las condiciones de los trayectos escolares puede ayudar a los gobiernos locales a reducir las muertes y lesiones ocasionadas por accidentes de tráfico, mejorar la seguridad y la salud pública, entre otros beneficios.
Una posible solución podría ser la implementación de una orden judicial que exija destinar una franja continua de la vía para el uso exclusivo de peatones y ciclistas, conectada, protegida, demarcada y señalizada, en tramos de la ciudad donde los andenes sean precarios o estrechos, especialmente aquellos con un ancho igual o inferior a 1,20 metros.
Además, es importante que la Defensoría del Pueblo cuente con un protocolo de Inspecciones de Seguridad Vial y otros tipos en Entornos Escolares para garantizar un ambiente seguro para los estudiantes.
En este sentido, el gobierno de turno debe tener en cuenta directrices rigurosas al respecto. Aquí de forma orientativa, algunos puntos a tener en cuenta, (sin que sustituyan el necesario estudio técnico), para asegurar un camino seguro al colegio, pueden incluir aspectos como:
- Identificación de rutas escolares y alternativas seguras (El colegio Liceo Cervantes de Armenia realizó este análisis).
- Puertas de acceso y salida en los colegios bien ubicadas para proteger a los niños de los conflictos con vehículos.
- Cruces de vías que sean visibles y que estén correctamente señalizados.
- Los pasos elevados para peatones han demostrado no haber funcionado adecuadamente en todos los casos, es mejor habilitar zonas de paso peatonal a nivel de calle, con las debidas medidas, siempre que sea posible.
- Paradas de autobús bien ubicadas, con condiciones de cruce adecuadas y en tramos rectos. Se recomienda el uso de marquesinas cubiertas y señalización claramente visible.
- Rutas seguras para ciclistas.
- Buena iluminación en accesos, salidas y áreas cercanas al centro escolar.
- Calzadas y aceras con anchos adecuados. Los niños deben caminar siempre por las aceras para una mayor seguridad.
- Señales verticales, horizontales y semáforos suficientes para regular el tráfico de forma segura, con duración de fases adecuada.
- Pasos de peatones en todas las intersecciones de acceso al colegio, con visibilidad adecuada y señalización visible en todo momento.
- Reducción de la velocidad máxima en las cercanías de los colegios y rutas escolares.
- Aceras sin obstáculos, en las cuales el mobiliario urbano se sitúe fuera de las zonas de paso.
- Pavimento y calzada en buen estado.
- Otros, según sea el caso.
Debemos tomar medidas para garantizar un camino seguro hacia el colegio y mejorar la seguridad vial en general. Esto implica una responsabilidad (compartida entre las autoridades encargadas del diseño vial, la planificación urbana y todos los ciudadanos que utilizamos las vías públicas en exigir los cambios y la calidad urbana necesaria. Esperemos que el trágico caso de la señora María sirva como un llamado de atención para generar un cambio estructural en beneficio del interés general y la movilidad segura y sostenible. Hagamos de nuestras ciudades, entornos de vida realmente inteligentes.
Si le interesa el tema de “caminos seguros al colegio” y le gustaría promover en la comunidad iniciativas de este tipo o programas como “los niños van en bicicleta al colegio”, ambos implementados en varias ciudades del mundo incluido Colombia, puede ponerse en contacto con nosotros en locilab@locilab.org