El trabajo de un planificador territorial (como es mi caso) consiste en materializar un escenario proyectado para la ciudad y el territorio y establecer los pasos necesarios para convertirlo en realidad, en un horizonte temporal de 10-12 años (plazo que corresponde a la vigencia de algunos planes, como: planes de desarrollo, revisiones de POT, planes decenales, entre otros). En teoría, el proceso de planificación integra aspectos espaciales y sectoriales; es resultado de las aspiraciones colectivas (sociales e institucionales) y responde a objetivos ciudadanos específicos.
Desde mi experiencia personal, esta forma de planificar ha demostrado no ser eficaz en demasiadas ocasiones. Voy a darte 3 razones de por qué y explicarte algunas claves de la metodología de trabajo que diseñamos para lograr mejores resultados: Continuar leyendo «Anticipar los cambios, diseñar con las personas y modelar el futuro en la ciudad, el territorio y el paisaje»