El Comité de Patrimonio Mundial inscribió el Paisaje Cultural Cafetero en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO por ser un ejemplo excepcional de un paisaje cultural, sostenible y productivo que se adapta a características geográficas y naturales únicas en el mundo y que ha desarrollado una cultura y un capital social excepcionales
La declaratoria es resultado del trabajo de más de 10 años realizado por entidades de los cuatro departamentos que conforman dicho paisaje, con el liderazgo del Ministerio de Cultura y la Federación Nacional de Cafeteros
Arquitectura tradicional en Bahareque en Salamina, Caldas. Fuente: www.triangulodelcafe.travel
Quizás, como dice Alain de Botton, cabría concebir las obras de arte como instrumentos inmensamente refinados capaces de explicarnos qué supone, en realidad, el verde ondulante de un guadual; el susurro fresco del río, o la alegría incontenible en las fachadas coloridas de la arquitectura tradicional de bahareque que caracteriza a los “pueblos cafeteros”. Continuar leyendo «Arte y paisaje: la mirada creativa sobre el territorio»
Fuente: Página de Facebook «Colombia sabe de Café»
Disfrutar del paisaje no es sólo contemplarlo “como si estuviéramos detrás de un cristal”. Mezclarse con la gente, compartir saberes y experiencias, entender cómo la vida de las personas modela y define el territorio, y cómo estas, a su vez, cobran sentido a partir de su relación con el entorno, es parte vital del conocimiento y la percepción plenas respecto al paisaje. Continuar leyendo «Las personas y el territorio, «activos» para el desarrollo local»
Cuando mencionamos la ecorregión del eje cafetero, nos referimos a un territorio de 92 municipios, que reconoce las identidades naturales, económicas y culturales de su gente, donde creemos posible que alrededor de la gestión ambiental puedan construirse acuerdos colectivos en torno a objetivos regionales de desarrollo sostenible…Con sus 4.1 millones de habitantes y sus 28.563 kilómetros cuadrados, la Ecorregión Eje Cafetero se entiende, entonces, como un conjunto de ecosistemas en el cual coexisten complejos ecológicos y humanos que muestran una indivisibilidad compuesta por la unidad de cuencas con sus vertientes y planicies; la de los nevados; la fronteriza con el Chocó biogeográfico; el ecosistema cafetero y, por supuesto, el complejo corredor urbano. Los territorios resultantes, así reconocidos, se convierten en teatros de decisiones políticas pertinentes de mediano y largo plazo.
El territorio es una construcción socioecológica. Sobre un área natural preexistente, los humanos hemos levantado un espacio de artificialidades oportunas, o no tanto. Un espacio que configura diferentes paisajes…
Una parte más o menos considerable del territorio está integrada por el espacio ocupado, en el que se levantan edificaciones e infraestructuras, en tanto que la mayoría del territorio suele corresponder aún hoy al concepto de espacio libre.