Porción del territorio caracterizada por una combinación específica de componentes paisajísticos de naturaleza ambiental, cultural, perceptiva y simbólica, así como de dinámicas claramente reconocibles que le confieran una idiosincrasia diferenciada del resto del territorio.
Revisando el Plan de Desarrollo Departamental[1] del Quindío, se reconoce la importancia asignada al “paisaje”, ya no como concepto abstracto sino como eje fundamental de una política específica, “Quindío Paisaje Cultural Cafetero”, determinada en el artículo 29 del Plan. Continuar leyendo «Quindío, mosaico de paisajes»
Arquitectura tradicional en Bahareque en Salamina, Caldas. Fuente: www.triangulodelcafe.travel
Quizás, como dice Alain de Botton, cabría concebir las obras de arte como instrumentos inmensamente refinados capaces de explicarnos qué supone, en realidad, el verde ondulante de un guadual; el susurro fresco del río, o la alegría incontenible en las fachadas coloridas de la arquitectura tradicional de bahareque que caracteriza a los “pueblos cafeteros”. Continuar leyendo «Arte y paisaje: la mirada creativa sobre el territorio»
Cuando mencionamos la ecorregión del eje cafetero, nos referimos a un territorio de 92 municipios, que reconoce las identidades naturales, económicas y culturales de su gente, donde creemos posible que alrededor de la gestión ambiental puedan construirse acuerdos colectivos en torno a objetivos regionales de desarrollo sostenible…Con sus 4.1 millones de habitantes y sus 28.563 kilómetros cuadrados, la Ecorregión Eje Cafetero se entiende, entonces, como un conjunto de ecosistemas en el cual coexisten complejos ecológicos y humanos que muestran una indivisibilidad compuesta por la unidad de cuencas con sus vertientes y planicies; la de los nevados; la fronteriza con el Chocó biogeográfico; el ecosistema cafetero y, por supuesto, el complejo corredor urbano. Los territorios resultantes, así reconocidos, se convierten en teatros de decisiones políticas pertinentes de mediano y largo plazo.
Todos podemos hacer mucho para entender que el paisaje tiene una dimensión, cultural, patrimonial, que está lleno de valores, que evoluciona, que se transforma permanentemente, que es dinámico y que acepta transformaciones, siempre que se hagan con cuidado. En esto, las políticas gubernamentales tienen una gran responsabilidad