El Acuerdo 016 de 2013 fue creado para conectar el Paisaje Cultural Cafetero (PCCC) con la realidad actual de Armenia y los municipios cercanos (Salento, Circasia, Calarcá y Montenegro), facilitando la implementación de los lineamientos estratégicos del POT a través de una «infraestructura paisajística agroproductiva y ambiental» llamada Anillo Verde del PCCC. Este anillo tiene una doble función en las áreas principal y de amortiguamiento del PCCC en dichos municipios:
Participación ciudadana para el reconocimiento y valoración de las riquezas patrimoniales tangibles del Paisaje Cultural Cafetero en el municipio de Armenia
Las “riquezas patrimoniales tangibles” del Paisaje Cultural Cafetero, son aquellas áreas o elementos físicos que pueden llegar a representar el interés, la identidad o las aspiraciones de un grupo, comunidad y/o colectivo en relación a su entorno. Estas riquezas reflejan la relación entre el hombre y la naturaleza, que sobre el territorio adquieren la forma de un “paisaje cultural”.
Con el objetivo de plasmar las aspiraciones colectivas en lo que respecta al Paisaje Cultural Cafetero (PCCC) en el municipio, la Corporación de Cultura y Turismo de Armenia está desarrollando acciones de reconocimiento y valoración del patrimonio cultural tangible, con una especial atención en las áreas de la periferia urbana y las áreas rurales. Este patrimonio, que es un recurso fundamental para la salvaguardia y apropiación de los atributos y valores universales excepcionales de nuestro Patrimonio de la Humanidad, está conformado por el reconocimiento y valoración de los caminos; senderos; miradores; fincas de arquitectura tradicional y otras construcciones relacionadas con la actividad productiva tradicional; monumentos; áreas de interés paisajístico; áreas de interés productivo, cultural y ambiental; elementos físico-naturales; elementos geomorfológicos; elementos vegetales o arbóreos.

Este trabajo de reconocimiento y valoración del patrimonio del municipio representa el inicio en la construcción de una memoria histórica de Armenia para las generaciones presentes y futuras; una herramienta para la apropiación social del Paisaje Cultural Cafetero y el reconocimiento a la actividad cafetera en nuestro municipio como un patrimonio vivo.
Si conoce elementos o áreas de patrimonio cultural y natural tangible como las antes mencionadas, dentro del municipio de Armenia, que considere podrían reunir las condiciones (estéticas, históricas, arqueológicas, artísticas, paisajísticas, o por razón de su riqueza natural e identitaria) y puedan ser documentadas, lo invitamos a participar y enviar sus propuestas al correo que se indica al final.
La información a enviar es:
- Fotografías a color del área o elemento, resolución 1MB por archivo (relacionando la autoría de la foto si se tiene la información).
- Texto indicando: Denominación del elemento o área propuesta, vereda o sector rural de ubicación, dirección, propietario (si es el caso); teléfono y/o correo electrónico de contacto, con una breve justificación del interés cultural o ambiental del elemento o área propuesta.
Pueden participar: escuelas y/o colegios urbanos y rurales, vigías del patrimonio, propietarios de fincas, habitantes del sector rural, organizaciones no gubernamentales, comunidad en general.
La fecha límite para enviar sus propuestas es el viernes 23 de octubre de 2015.
El resultado del reconocimiento y valoración de las riquezas patrimoniales tangibles del PCCC en Armenia podrá ser publicado en uno o varios medios, impresos o digitales, en cuyo caso se dará crédito a todas aquellas personas, grupos o entidades participantes que han propuesto elementos o áreas de interés que fueron incluidos en los inventarios y un agradecimiento especial a quienes participaron del proceso.
Para proceder al envío de la documentación o para más información, contactar con el correo electrónico: socializacionpcc.armenia@gmail.com o el teléfono: 317 277 3651
Sobre soñar y sobrevolar el paisaje
El prado verde, la colinas azules y las siluetas de los árboles recortándose contra el cielo acerado se extendían detrás del jeep negro, detrás de una gran tela enrollada que se extendía sobre la tierra. La promesa del sol nos hizo apurar el paso y comenzar los preparativos para el viaje en globo.
Desde niña soñaba con volar. Volar despacio, sobre diferentes paisajes. Pero nada me había preparado para la intensa emoción de sentir el cuerpo elevarse, muy lentamente, sobre el prado verde, aferrada a un canasto que se me hizo como una cáscara de nuez, cogida de la mano de mi hijo y de mi madre.
Un rato antes había preguntado, al ver un gran amasijo de tela y cuerdas extendidas sobre la tierra, cuál era el mecanismo para elevar un globo aerostático.
-Física básica- me respondió Adriana. Se impulsa aire al interior del globo y se calienta. El aire caliente pesa menos, y por eso se eleva. El sistema se utiliza desde hace casi doscientos años… y sus principios no han cambiado desde entonces.
Sobre nuestras cabezas, cubiertas con gorras de lona gruesa, una llamarada intermitente asegura el calor necesario para mantenernos levitando a cinco mil pies de altura. Bajo nosotros, el viento mece la melena verde de los guaduales, hace temblar el vuelo de bandadas de mariposas y acaricia las alas de los halcones que planean sobre los árboles. Los rebaños de ganado se desplazan por los pastos, los perros deambulan por las fincas, y las gentes saludan y nos observan… contemplar las formas de la vida en movimiento es una sensación embriagadora.
Vamos bajando; ahora las hojas del guadual rozan mi mano. Amancio, el piloto, está intentando «aterrizar». Por un momento, la gran copa verde de un árbol se acerca rápidamente hasta ocupar todo el campo visual, y pienso que nos vamos a estrellar… pero nuestro guía controla con gran destreza el movimiento del globo, de tal manera que subimos y bajamos suavemente y durante algunos minutos, hasta encontrar un espacio apropiado para detener el aerostático. Con un golpe amortiguado, casi sordo, como dos pasos que se dan con mucha fuerza, golpeando el suelo, el barquillo-cáscara de nuez se encalla en la tierra, y nosotros recuperamos nuestra (casi olvidada) condición de gravedad. Aún así, me siento leve; la hierba se esponja bajo mis pies al dar los primeros pasos, y la luz me parece más intensa.
Recogemos mandarinas, aspiramos el perfume de las flores de macadamia, conversamos y nos reímos. El globo ya está plegado, guardado en un bolso negro y apoyado sobre el canasto sobre el cual cabíamos, bastante justos, los tres adultos y dos niños que realizamos el viaje.
Nos despedimos con afecto de las maravillosas personas que hicieron posible una experiencia inolvidable… El viaje es ya un recuerdo, es otra vez un sueño, pero es también una felicidad casi física que vuelve a mí cuando conjuro en mi memoria la sensación liberadora y elemental de volar.
Percepciones sobre la experiencia del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano

Buscando la manera de transmitir mis impresiones respecto a una salida realizada con un grupo de estudiantes para conocer más acerca de la cultura del Paisaje Cultural Cafetero, empecé a reflexionar en torno a la autenticidad del patrimonio en relación con la experiencia del turismo. ¿Cómo determinar qué elementos de la cultura representan los valores universales excepcionales de un territorio como el PCC? Entendiendo por cultura al conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social.
Personalmente creo que la idea de patrimonio no tiene por qué remitirnos, indefectiblemente, a un tiempo pasado. Me gusta pensar en cuáles son los elementos (tangibles o intangibles) de nuestro contexto actual que conformarán nuestro legado cultural para las próximas generaciones. El PCC se identifica con un patrimonio cultural de “eventos y tradiciones vivas”; razón de más para analizar qué tipo de manifestaciones culturales, económicas y sociales están representando de manera auténtica no sólo el pasado sino también el presente de este territorio, desde la mirada de “lo que interesa preservar para las próximas generaciones”.
Soy una de aquellas personas que quieren conocer el paisaje y la cultura de un lugar a través de experiencias auténticas. Tratar con los pobladores del territorio; relacionarme con ellos; compartir sus ritos y costumbres.
Hay quienes optan por una “realidad escenificada” en sitios adecuados especialmente o “parques temáticos”. En estos espacios se teatralizan escenas o rituales de la vida cotidiana pasada (o presente) para representar aspectos de la identidad cultural de una región, vecindario o comunidad. La escenificación implica desplazamiento de producción cultural de un lugar para otro y su modificación, además de acomodar condiciones nuevas de tiempo y lugar. La autenticidad reside en el éxito de que lo reconstruido sea apropiado por el visitante como una experiencia totalmente real.

La “autenticidad escenificada” nos ofrece una “fachada” de lo típico o único de una comunidad. Detrás de esta “portada” está el espacio donde se muestran los comportamientos y formas de vida locales tal como son, sin escenificación de rituales para visitantes. El objetivo de quien busca la autenticidad sería vivenciar la vida local tal como se vive, sin rituales especiales de exhibición de lo típico local, es decir, avanzar paulatinamente desde esta primera impresión hacia lo que está detrás. La búsqueda de la autenticidad está marcada por etapas en el pasaje desde “la fachada” hasta “el interior” de la experiencia en torno a la cultura de un lugar (por ejemplo, el contacto con los auténticos pobladores del territorio y con la actividad que ellos realizan).

Mi sugerencia para todos los que quieren experiencias auténticas es: no se queden con la autenticidad escenificada. Indaguen más allá. En relación al Paisaje Cultural Cafetero, podemos hacernos infinidad de preguntas para llegar al interior del territorio. Sólo por mencionar como ejemplo el tema del cultivo y producción de café, podríamos plantearnos las siguientes cuestiones:
¿Qué marcas de café especial se producen en el Quindío? ¿Cuáles son los procesos «en origen» para producir un café especial? ¿Es posible visitar una finca cafetera (no turística) en el municipio o el departamento donde expliquen el proceso de producción de un café diferenciado? Estos cafés de origen, ¿qué tan costosos son realmente en relación a los cafés comerciales y tradicionales? ¿A qué se deben estos costos superiores? ¿Cuáles son algunas propiedades nutricionales de estos cafés?

El PCC es un paisaje vivo. Nosotros somos quienes debemos decidir qué queremos conocer de nuestro territorio, cuestionar lo que nos dicen y llegar a este conocimiento por nuestros propios medios.
Las cafeterías de «tercera generación» del Paisaje Cultural Cafetero
Suena muy sofisticado, depende de cómo se mire; lo que sí esta claro es que representan una nueva forma de disfrutar el café como un experiencia sensorial.
¿Cómo se podría definir este tipo de cafeterías? pues como lugares donde además de tener una máquina espresso (primera generación), de venta exclusiva de cafés tipo capuchinos, lattes, etc (segunda generación), utilizan otros «artilugios» para la preparación de cafés. Continuar leyendo «Las cafeterías de «tercera generación» del Paisaje Cultural Cafetero»
Café especial colombiano para principiantes

La cultura cafetera colombiana de los cafés especiales o “de origen” es mucho más que una excelente taza de café. Hay todo un universo de historias, fragancias, sabores y procesos en torno al tema. ¿Cómo crear una “cultura de consumo” del café especial en locales y visitantes? Continuar leyendo «Café especial colombiano para principiantes»
¿Puede el turismo ponerse al servicio de la preservación de un paisaje cultural Patrimonio de la Humanidad?
Es un fenómeno inevitable: las razones que han determinado la inclusión de un sitio en la Lista del Patrimonio Mundial son las mismas que atraen, año tras año, a un mayor número de visitantes; así lo reconoce el Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO. La cuestión que interesa plantear hoy es, ¿cómo gestionar y capitalizar esta afluencia de personas, para hacer compatible el desarrollo local con la protección, ordenamiento y gestión del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano? Continuar leyendo «¿Puede el turismo ponerse al servicio de la preservación de un paisaje cultural Patrimonio de la Humanidad?»
III TALLER INTERNACIONAL ESTUDIOS DEL PAISAJE: Desarrollo local, soberanía alimentaria, educación y patrimonio
Comparto con ustedes la programación del III TALLER INTERNACIONAL ESTUDIOS DEL PAISAJE cuyo objetivo es contribuir a la elaboración de propuestas y aportes para la protección y desarrollo sostenible del paisaje y la construcción social del territorio; así mismo busca capitalizar experiencias y reflexiones en el fortalecimiento de estrategias de soberanía alimentaria y la valoración social del patrimonio en paisajes. Asistirán expertos nacionales e internacionales que compartirán experiencias en torno al tema. El curso es gratuito y está abierto a todo tipo de público.
La cara, ojos y voz del Paisaje Cultural Cafetero – Historias y lugares de Armenia rural
Traspasando la difusa frontera urbana de Armenia se extiende un territorio verde y generoso, poblado de pájaros y rumor de siesta. Continuar leyendo «La cara, ojos y voz del Paisaje Cultural Cafetero – Historias y lugares de Armenia rural»
Estampas de Armenia rural: vereda Mesopotamia, Paisaje Cultural Cafetero

Entrando por un camino destapado y anodino, los sonidos de la ciudad comienzan a silenciarse. Se escuchan pisadas apagadas, susurro de los guaduales meciéndose lánguidamente. El suave golpeteo de un pájaro carpintero en un tronco cercano. Llegamos a la vereda Mesopotamia, puro Paisaje Cultural Cafetero a sólo 10 minutos del centro de Armenia, capital del departamento del Quindío. Continuar leyendo «Estampas de Armenia rural: vereda Mesopotamia, Paisaje Cultural Cafetero»